Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Crónicas 29, 20-35

20 Entonces se levantó el rey Ezequías de mañana, reunió a los jefes

de la ciudad y subió a la Casa de Yahveh

21 Trajeron siete novillos, siete carneros, siete corderos y siete
machos cabríos para el sacrificio por el pecado en favor del reino,
del
santuario y de Judá; y mandó a los sacerdotes, hijos de Aarón, que
ofreciesen holocaustos sobre el altar de Yahveh.


22 Inmolaron los novillos, y los sacerdotes recogieron la sangre y
rociaron el altar; luego inmolaron los carneros y rociaron con su sangre el
altar; degollaron igualmente los corderos y rociaron con la sangre el altar.

23 Acercaron después los machos cabríos por el pecado, ante el rey y
la asamblea, y éstos pusieron las manos sobre ellos;

24 los sacerdotes los inmolaron y ofrecieron la sangre en sacrificio por
el pecado junto al altar como expiación por todo Israel; porque el rey había
ordenado que el holocausto y el sacrificio por el pecado fuese por
todo
Israel.

25 Luego estableció en la Casa de Yahveh a los levitas con címbalos,
salterios y cítaras, según las disposiciones de David, de Gad, vidente del
rey, y de Natán, profeta; pues de mano de Yahveh había venido ese
mandamiento, por medio de sus profetas.

26 Cuando ocuparon su sitio los levitas con los instrumentos de
David, y los sacerdotes con las trompetas,

27 mandó Ezequías ofrecer el holocausto sobre el altar. Y al comenzar
el holocausto, comenzaron también los cantos de Yahveh, al son de las
trompetas y con el acompañamiento de los instrumentos de David, rey de
Israel.

28 Toda la asamblea estaba postrada, se cantaban cánticos y las
trompetas sonaban. Todo ello duró hasta que fue consumido el holocausto.

29 Consumido el holocausto, el rey y todos los presentes doblaron las
rodillas y se postraron.

30 Después, el rey Ezequías y los jefes mandaron a los levitas que
alabasen a Yahveh con las palabras de David y del vidente Asaf; y
ellos
cantaron alabanzas hasta la exaltación, e inclinándose, adoraron.

31 Después tomó Ezequías la palabra y dijo: «Ahora estáis
enteramente consagrados a Yahveh; acercaos y ofreced víctimas y
sacrificios de alabanza en la Casa de Yahveh.» Y la asamblea trajo
sacrificios en acción de gracias, y los de corazón generoso, también
holocaustos.

32 El número de los holocaustos ofrecidos por la asamblea fue de
setenta bueyes; cien carneros y doscientos corderos; todos
ellos en
holocausto a Yahveh.

33 Se consagraron también seiscientos bueyes y 3.000 ovejas.

34 Pero como los sacerdotes eran pocos y no bastaban para desollar
todos estos holocaustos, les ayudaron sus hermanos los levitas, hasta que
terminaron la labor, y los sacerdotes se santificaron, pues los levitas estaban
más dispuestos que los sacerdotes para santificarse.

35 Hubo, además, muchos holocaustos de grasa de los sacrificios de
comunión y libaciones para el holocausto. Así quedó restablecido el culto
de la Casa de Yahveh.